Este site-especific forma parte de un proceso de largo recorrido que, desde una mirada sanadora, se aproxima a paisajes marcados por la violencia y el olvido, con especial atención al Cinturón de Hierro de Bizkaia, sistema defensivo construido durante la Guerra Civil para proteger Bilbao.

El proyecto entrelaza arte, arqueología y magia, en una interpretación poética y subjetiva de estos restos históricos. A través de recorridos de campo y colaboraciones con especialistas de distintas disciplinas, Amaia Molinet ha generado una constelación de obras que toman forma en esculturas-amuleto, construidas siguiendo el principio de integridad tensional, con la colaboración de Adrián Castañeda; y piezas de seda trabajadas en ecoprint o estampación botánica a partir de la impronta de especies vegetales halladas en localizaciones del Cinturón de Hierro, en colaboración con Yolanda Sánchez.

La instalación se activa el 2 de octubre (19:30) mediante una performance-ritual en la que participan Pilar López de Alda, las voces de Anna Firmberger y Francesca Gaspari, y el músico Ibon RG, subrayando la dimensión colectiva y simbólica de esta acción de reparación.