La exposición, comisariada por Lola Durán, presenta42 piezas producidas por Eva Lootz entre 1993 y 2013. Este conjunto representativo de su obra está distribuido en cinco grandes espacios.

Entre manos

Entre manos [Esku artean](2011) es una proyección que gira alrededor del tema de los nudos y del juego de los cordeles. El juego de los cordeles es un clásico entretenimiento que en nuestra tradición se ha conservado como juego infantil y es, también, una práctica ancestral de los pueblos primigenios, donde se hacen una asombrosa variedad de figuras con una cuerda que se intercambia de unas manos a otras.Nos recuerda que todos los mal llamados pueblos primitivos tenían juegos de cordeles, así como el hecho de que el psicoanalista Jacques Lacan utilizó el nudo borromeo para indicar la estructura psíquica del ser hablante en la experiencia analítica: el registro de lo real, de lo imaginario y de lo simbólico. Acompañan al vídeo un texto de la psicoanalista y escritora Ani Bustamante, junto con una selección de poemas de los indios Cree.

Mostrar/Nombrar

Mostrar/nombrar [Erakutsi/izendatu] (2011) es una escultura realizada en vidrio traslúcido que consta de dos palabras que aluden a la reflexión constante de la artista: la idea de que mostrar no es nombrar.Mostrar es poner algo a la vista, enseñarlo sin ayuda de palabras. Sin embargo, para nombrar inscribimos ese algo dentro de un código establecido, que es el lenguaje. Mostrar versus nombrar, la discrepancia entre la representación y el enunciado, entre lo visible y el lenguaje, el objeto y el concepto.

Korapiloak eta hariak

La serie Nudos [Korapiloak] (2013) gira en torno a los hilos y las cuerdas, funciona como una metáfora del entretejido de los afectos y del lenguaje, que aborda el problema de las conexiones entre materia y lenguaje.

Tú y yo I

La pieza Tú y yo I (1997) presenta en una mesa alargada para dos comensales, dos sillas y dos platos que contienen la misma cantidad de arena: en un lado, la arena permanece tal cual, conserva volumen y forma; en el otro, se advierte con el tiempo que, tanto el plato como la mesa, tenían un agujero por el que se va perdiendo la arena, derramándose en el suelo. En el mismo espacio hay tres fotografías de gran tamaño donde se leen las palabras "tú", "y", "yo" escritas con vela blanda.

La instalación evoca la presencia de una ausencia, en un espacio para dos comensales inexistentes en diálogo mudo. Es una reflexión acerca de la polaridad, los contrarios, la dialéctica, en el fondo, un patrón básico del pensamiento presente en todo tipo de parejas.

Tú y yo II

En Tú y yo II (2000) unos pares de zapatos/botas de fieltro claros unos y oscuros los otros se enfrentan en cuatro campos de arena fina. De cada par salen voces, una masculina y otra femenina, estableciendo un diálogo no convencional. En este caso, las tres palabras "tú", "y", "yo" están presentes escritas con pelo humano en las paredes.

La obra remite, por un lado, al hecho de la pareja y, por otro, a un uso menor del lenguaje que no tiene su punto de gravedad en el verbo ser, tal y como entiende Deleuze el uso extranjero del lenguaje.

La exposición incluye, además, otros dos audiovisuales: No es más que un pequeño agujero en mi pecho (2004) y Blind Spot (2005) que aluden a metáforas del cuerpo, a los puntos ciegos, a los agujeros negros, a las simas sin fondo.

No es más que un pequeño agujero en mi pecho

Con No es más que un pequeño agujero en mi pecho (2004) regresamos a un pensamiento que atraviesa el trabajo de Eva Lootz y que evoca la dualidad presencia/ausencia, la incapacidad de retener, de cerrar.

Este título está extraído de un poema de Henri Michaux, cuyos versos hablan de un agujero negro que todo lo traga, del silencio, de la vida en medio de un vacío que sugiere la muerte. El mismo autor lleva a Eva Lootz a adoptar la imagen de una cascada sin fin, donde, de un modo abstracto, la artista deposita el deslizamiento incesante de arena, de causas y efectos, en un devenir inescrutable.

Blind Spot

Blind Spot (2005) proyecta una imagen circular, oscura, que evoca el punto ciego, es decir, la pequeña parte de nuestro campo visual en la que el ojo no ve. Ángulos ciegos, lo que no podemos ver ─ bien en sentido literal, por imposibilidad física, o en sentido figurado─, aquello que no percibimos porque nuestra mirada está condicionada por el discurso dominante. Sin ir más lejos, las mujeres estuvieron en el ángulo ciego de la historia durante aproximadamente 3.000 años.

Habitación de Manila

En el piso superior, junto a un conjunto de dibujos de cordeles, nos adentramos en la Habitación de Manila (1993), una serie de piezas hechas de papel de Manila durante una estancia en Lanzarote, durante la cual la artista estuvo realizando una serie de grabados y que llama "piezas leves".

Son lo más cercano a hacer algo con nada. Un papel que habitualmente se emplea para envolver, a la vez liviano y resistente que, arrugándolo, la artista ha convertido en pequeñas piezas. Obras que recuerdan a diferentes clases de semillas, cordones con nudos, asas, collares, vestidos, zapatos… que han permanecido treinta años guardadas y que se exponen por primera vez para esta muestra.

En definitiva, Eva Lootz proclama que su campo de trabajo es lo visible y que su función como artista visual es mostrar, revelar aquello que había caído en el ángulo ciego de la tradición. Dar a ver a los demás una obra que nace como proyecto liberador, emancipador, como transformador de la vida. En un momento en el que lo visible ya no es la vía de acceso imprescindible a lo real, y en el que las imágenes están al servicio de la sociedad de consumo.

Artista

Eva Lootz (Viena, 1940) artista plástica que pertenece a la generación de artistas que renovaron la escena escultórica en los años setenta y ochenta, a través de planteamientos que daban primacía a la literalidad y el proceso de trabajo, y que la sitúan cercana a la corriente post-minimal.

Cursó estudios en Filosofía y Artes Plásticas y la licenciatura en Dirección de Cine y Televisión. Partiendo de planteamientos anti-expresivos y procesuales, tendentes a una ampliación del concepto del arte, evolucionó hacia la creación de espacios intersensoriales y envolventes o, en términos de la autora, hacia un "arte continuo". Su obra, en la que existe un marcado interés por la interacción de materia y lenguaje, se caracteriza desde el inicio por la utilización de registros heterogéneos.

Eva Lootz obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1994. Su trabajo ha sido reconocido con galardones como el Tomás Francisco Prieto de la Fundación Real Casa de la Moneda en 2009, el premio MAV (Mujeres en las artes visuales) en 2010, el Premio de la Fundación Arte y Mecenazgo en 2013, el Premio Barón de Forna 2013 de la RABASF y el Premio de Artes Plásticas de la Comunidad de Madrid en 2022.

Entre sus últimas exposiciones cabe destacar La canción de la tierra (Tabacalera, Madrid 2016), Cut Through the Fog (C.G.A.C. Santiago de Compostela, 2016-2017), Binomio, Arte y Ciencia (CNIO, Madrid 2017) y El reverso de los monumentos y la agonía de las lenguas (Museo Patio Herreriano y Museo Nacional de Escultura de Valladolid, 2020).

Ha realizado intervenciones permanentes en el espacio público como NO-MA-DE-JA –DO en las Isla de la Cartuja en la Expo'92, La mano de Lineo en Bohuslän (Suecia 1996) y Endless Flow (Silkeborg, Dinamarca 2002). En el marco de la Expo 2008 de Zaragoza ha construido La oreja parlante, pieza situada en la orilla derecha del río Ebro. Recientemente ha inaugurado La cama de Penélope, intervención permanente en Coster d'Art i Natura (Pollença, Mallorca 2022).