Ruth Cepedano: Eskultura

Ruth Cepedano no recurre al torno, ni a la laminadora, ni a ninguna otra máquina a la hora de crear sus piezas. Su cerámica es el resultado deemplear latécnica milenaria del modelado a bandas, o rulos, aplicada a una estética actual. Por eso cuando imaginamos a la artista en el proceso de creación advertimos cómo se entreveran entre sus dedos la tradición y la coetaneidad. Sus piezas albergan los procedimientos delas grandes vasijas del neolítico y la voluntad moderna de alejarse de las formas que se han asociado comúnmentea la cerámica. En la obra de Ruth Cepedano la separación entre artesanía y arte se diluye a favor de este último.

La artista dirige la materia a su voluntad, la doblega, la encamina, la reconducepara que abrace el vacío donde ella quiere que lo haga.El hueco desaparece, se contiene en el interior de la pieza; la oquedad se sella, se cierra el aire. El calor del horno revalida su creación. Las nuevas formas nacen.

Las nuevas formas nacen y puede que se agrupen como colonias de anémonas o se sostengan entre ellas como una vecindad de células. Las texturas se alternan de un trabajo a otro. Desde su quietud apelan al movimiento, desde su rigidez evocan la maleabilidad de la que han brotado. Y el ojo entiende que en su clausura se abren grietas donde el interior de la pieza se rebosa en láminas cuidadosamente dispuestas por la artista. Da entonces la impresión que el vacío interior de la escultura está lleno de vida que pugna por asomarse al exterior. Esa materia que parece escapar de su encierro parece que apela a las formas de la naturaleza, que crea una simbiosis entre la quietud y el movimiento, entre el barro endurecidoy unasformas biológicas vivas.

La arcilla guarda la memoria del agua, de la humedad. Algunas de lastexturas conservan el rastro de la arena. Las curvaturas nos remiten a las formas de la naturaleza. Hay títulos que hacen referencia al mar, alguna composición que trae la palabra "coral" a la mente, otras a las que la vista asocia a un delicadísimo hojaldre de pétalos. La imaginación del visitante se aventura entre figuras inéditas en las que, sin embargo, resuena algo conocido. La hendidura se muestra mandorla habitada.

Desde las carencias que adolecemos en la cotidianidad del siglo XXI, desde la sensibilidad de hoy en día, hemos vuelto a apreciar el trabajo artesanal porque su ejecución sustancia la atención plena, la calma que añoramos en la sociedad moderna, así como un discurrir lento del tiempo. La cerámica es uno de esos saberes que hace más sabio a quien lo prácticaporque su ejercicio exige tanto lentitud ypaciencia como concentración. Ruth Cepedano sabe que el otorgarse un ritmo propio se traduce en armonía. Nosotrxs pensamos que su opción por la cerámica como vía de expresiónrepresenta la continuidad de siglos de conocimiento y la suspensión de la aceleración en los procesos, es decir, una forma sabia de vivir el arte.

Mikel Blasco: Arkitektura

Los fotógrafos paseantes se dividen entre aquellos que caminan a la deriva, atentos a que la casualidad les regale un hallazgo o entre los que de antemano trazan un itinerario concreto para dirigirse a la búsqueda de una imagen específica. En ambos casos, los artistas son exploradores, recolectores de imágenes, descubridores de tesoros.

Mikel Blasco se ha decantado por la segunda fórmula para llevar a cabo su proyecto para esta exposición: la presencia de la cerámica en la arquitectura.Así, ha indagado en distintas ciudades sobre el rastro de ladrillos cocidos, azulejos esmaltados, tejas, mosaicos, paneles, piezas mates o de brillos, metálicas o irisadas.En todo caso, elementos propios de la cerámica que trascienden la mera funcionalidad arquitectónica y que dotan al edificio en el que están insertos, de una personalidad específica. Allí donde aparecen, se encuentra la singularidad de la que Blasco quiere dejar constancia; allí donde emerge la cerámica, el lugar se convierte en un emplazamiento en el que confluyen el arte, la artesanía y el diseño y del que el fotógrafo levanta acta.

Mikel Blasco se transforma en testigo y nos alerta de ciertas presencias para que no pasen desapercibidas a nuestros ojos: mirad aquí.Nos sugiere recorridos: caminad por aquí.De esta manera, indica a nuestra mirada el entorno en el que pausarse, el rincón en que detenerse: esa fachada, esa pared, esa ventana…. "Deteneros y contemplad", parece decirnos.

Es el fotógrafo un archivero, un testigo, un transmisor, pero igualmente un artista que decide su enfoque, el plano, la luz, alguien que se recrea en los colores o la redimensión de la captura.

En sus paseos, el fotógrafo sondea la ciudad a la pesquisa de edificios o construcciones contemporáneas donde la cerámica se injerta como una joya yadorna como una alhaja las portadas, los muros, los tejados, las cubiertas… es decir, aquellos lugares susceptibles de ser embellecidos por un arte milenario que solicita ser fotografiado, recalcado y memorizado. El trabajo del fotógrafo muda en una recolección de espacios donde apreciamos las diferentes propuestas de la cerámica contemporánea en diálogo con la arquitectura en la que se incluyen. "Escuchad esa conversación", parece decirnos.