El objetivo de esta exposición organizada por la Asociación Gerediaga ha sido recopilar las huellas que la Guerra de 1936 dejó en el Duranguesado. A pesar de que han pasado muchos años desde aquel desastre y de que el bando ganador trató de borrarlo tanto de la vista como de la memoria, hoy podemos apreciar a nuestro alrededor más rastros de los que pensamos.

En definitiva, las personas visitantes podrán ver imágenes relacionadas directamente con la guerra (infraestructuras, armas y paisajes), restos dejados por los bombardeos (metralla y agujeros de bomba), referencias a los muertos (recuerdos y restos humanos) y actos de memoria.

Esta exposición es una oportunidad excepcional para recordar aquel episodio oscuro del pasado y hacer una observación directa del tema, en lugar de limitarse, como siempre, a lo que la disciplina de la historia nos ofrece.

— Jesus Mari Arruabarrena